sábado, 15 de septiembre de 2012

La distribución de España a lo largo de la historia

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A lo largo de la historia española el territorio se ha dividido y distribuido de maneras muy distintas, acordes con la situación política del momento, todos estos cambios territoriales fueron dejando su marca. Desde la expansión desigual e individual de cada reino en la reconquista (y las uniones dinásticas que entre los reinos fueron surgiendo) se fue moldeando la geografía política española.
Con la llegada de la dinastía Borbón en el siglo XVIII (Felipe V) se implementan una serie de cambios en la aun dividida España (que tras el tratado de Utrecht perdió muchos territorios), mediante los decretos de nueva planta (1715) el monarca implementa la centralización territorial de España, a la manera francesa, para implementar esta política decide traer funcionarios franceses.  
Estos decretos de nueva planta también significaron el fin de los fueros y leyes de todos los reinos, salvo Navarra, y la abolición de los consejos territoriales.
Ya en el despotismo ilustrado las políticas innovadoras y modernizadoras entraron en auge, fueron múltiples los censos realizados para llevar acabo el recaudo de impuestos. La fisiocracia jugo un papel de primer orden en estas políticas, con iniciativas como la del ministro Olavide, quien organizó la repoblación de las zonas abandonadas por los jesuitas, principalmente en sierra morena.
En el reinado de Carlos III se desarrolló ampliamente el sistema de comunicaciones, diseñado como un sistema radial, que acentuó aún más el marcado centralismo español.
A principios del siglo XIX España renueva sus relaciones con la Francia napoleónica, y tras el tratado de Fontainebleu se decide la invasión de Portugal, planteando su división de la siguiente manera: el norte para España, el centro para Francia y el sur para Godoy, pero esta división no se llevó a cabo, ya que Francia no se limitó a invadir Portugal, también ocupo España.
Esta ocupación significo el inicio de una guerra de independencia, así como la formación de juntas de gobierno y una junta suprema central, en Cádiz (bastión independentista defendido con ayuda de Inglaterra), La junta suprema central fue prontamente sustituida por el consejo de regencia, ambos fracasan, aun así se creó la constitución de Cádiz (1812), en la cual se decreta la abolición definitiva del feudalismo.
Fernando VII
Después de la guerra de independencia vuelve Fernando VII al trono, pone fin a las juntas de gobierno y deroga la constitución, volviendo al férreo sistema centralista anterior, en esta época se empiezan a gestar las independencias en América, lo que implicó una gran pérdida de territorio para la corona.  Este gobierno se vio interrumpido por el trienio liberal, y continuo más adelante durante una década más (la década ominosa), que termina con la muerte del monarca, inicia a continuación la guerra carlista.
La guerra carlista significo una división del territorio, por la creación de un “Estado carlista”, cuya frontera se encontraba en el Ebro y cuyo dominio se limita a las zonas rurales, también se establece un bastión carlista en Teruel. En 1939 se firma el pacto de Vergara que pone fin a la guerra.  En 1946 inicia la segunda guerra carlista, la guerra de los “Matiners”, el carlismo perdurará hasta el siglo XX, escudándose en conceptos de legitimidad y religión, será un precedente del nacionalismo Vasco. Los carlistas defendían el foralismo(mantenimiento de las leyes y fueros)  como modelo territorial.
Ya en la constitución de 1837 (la misma que la de 1812 con algunas modificaciones), se estipula la soberanía de la nación.
Durante la regencia de María Cristina, madre de la futura reina Isabel, surgen diversos gobernantes provenientes del ejército, “espadones”; entre ellos destaca Narváez, quien imitando el modelo francés divide a España en departamentos, gobernados por prefectos, que representan el poder estatal en cada uno de ellos, esta es la ley territorial de Burgos, que planteo una división en 57 provincias que no correspondían con los antiguos reinos y territorios. Esta sucesión de espadones termina generando un golpe de estado por el descontento del pueblo, se cambia de monarquía, a la de Aosta, y comienza una nueva guerra carlista, a la que se le suma la guerra de Cuba. El rey Amadeo abdica, inicia la República (que duró dos años, y tuvo cuatro presidentes)
Francesc Pi Margall propone un modelo federalista, parecido al de Estados Unidos, se plantea una constitución republicana  que estipulara la creación de 17 estados federales con un poder central encargado solo de las aduanas y del ámbito militar.  
Entre tanto en el sur surge el cantonalismo (movimiento que plantea la división nacional en cantones, es sofocado en el gobierno de Castelar, salvo en Cartagena, donde el levantamiento durará más tiempo), y los sectores proudhonianos interpretan el federalismo como un inicio de anarquismo, Pi Margall dimite, es sucedido por Salmerón y por Castelar, el autoritarismo de Castelar le hace perder popularidad, lo cual causa su dimisión, todo indica que el federalismo, de la mano de Pi Margall volverá al poder, pero es allí cuando interviene el ejército, impidiendo las votaciones e iniciando una república autoritaria.
Después del sexenio democrático surge el sistema de la restauración, que plantea la conciliación nacional mediante el turnismo bipartidista y un modelo unitario de Estado.
En 1898 España entra en guerra con Estados Unidos (justo en medio de la guerra que mantiene con los rebeldes independentistas cubanos), en 1899 se define la guerra, España pierde Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Este desastre crea en la sociedad española una conciencia de regenerar el país.
Se radicalizan en Cataluña y País Vasco los sentimientos nacionalistas y xenófobos, que se traducen en el deseo de autonomía, “nacionalismo periférico”.
En Cataluña en movimiento nacionalista es un movimiento oligárquico, que tiene una base intelectual (la renaixensa), ven el desastre del 98 como consecuencia de las malas políticas españolas, por las cuales deben pagar los catalanes, reivindican el deseo de una Mancomunitat de Cataluña, que incluya a las provincias de Lleida, Girona, Tarragona y Barcelona.
La lliga catalana, cuyo líder es Frances Cambó, es un partido político independentista, que plantea la posibilidad de una comunidad catalana que tenga autonomía política.
En el país vasco se crea el PNV, partido nacionalista vasco, el sentimiento xenófobo e independentista aumenta progresivamente.
Durante el gobierno de Canalejas, por iniciativa de Moret, se crea la Mancomunitat catalana

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